sábado, 10 de noviembre de 2012

Ombligo de Venus (Umbilicus rupestris).

Había visto esta planta en algunos rincones muy concretos de los Picos de Europa y en el Bosque de Muniellos (Asturias). Lo que no me imaginaba era que pudiera encontrarla en unas latitudes tan meridionales, en la Sierra de Guadarrama, más concretamente en San Lorenzo de El Escorial. Crece por los muros y las cercas de piedra, y es frecuente encontrarla sobre los taludes sombríos cubiertos de musgos.

Foto: Miguel Varona (Pinar de Abantos, Madrid).
 Conocida vulgarmente como "Ombligo de Venus" (en algunas regiones la denominan "Oreja de Monje"), se trata de una crasulácea vivaz con hojas carnosas largamente pecioladas, redondeadas, unidas al pecíolo por el centro del envés, todas ellas radicales (nacen directamente de la raíz), que en primavera y verano producen flores colgantes en densos racimos alargados que ocupan la mayor parte del tallo floral.

Foto: Miguel Varona (Bosque de Muniellos, Asturias).
Sus hojas contienen sales minerales con propiedades cicatrizantes. En caso de hemorragias, quemaduras e inflamaciones se puede coger un puñado de hojas, machacarlas bien con las manos o con la ayuda de una piedra, y cubrir la zona afectada con el emplasto obtenido. Es muy útil para sanar las heridas y las llagas más rebeldes. En determinadas regiones la utilizan para ablandar los callos.

FICHA TÉCNICA:
Muestra Herbario: F389
Localidad: San Lorenzo de El Escorial (Madrid).
Fecha del muestreo:  10 de noviembre de 2012.
Leg et Det: Miguel Ángel López Varona.
Nombre común: Ombligo de Venus.
Nombre científico: Umbilicus rupestris (Salisb.) Dandy
Familia: Crassulaceae. 
Ecología: Rocas, muros de piedra y taludes sombríos y húmedos.
Distribución geográfica: Península Ibérica, Islas Británicas y determinadas regiones centro-europeas.
Observaciones: En algunos textos figura como Umbilicus pendulinus, pero se trata de la misma especie.   

1 comentario:

  1. Mucho más al sur, en el valle de los Pedroches (Córdoba) también es muy frecuente. Le gustan los lugares umbríos y humedos (por ejemplo en el interior de brocales de pozos y otras acumulaciones de piedra). Yo siempre la he visto entre piedras de granito, y quizás por eso sea menos frecuente en algunos lugares del norte peninsular, que aunque son más húmedos son calizos.

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