sábado, 15 de octubre de 2005

Falsa Oronja (Amanita muscaria).

Se trata de una de las setas popularmente más conocidas, usada como arquetipo de seta venenosa, aunque en realidad no es mortal, su contenido en toxinas es variable según la región y temporada, pero por lo general produce síntomas similares a los de una intoxicación etílica. Claro que con ese color rojo tan llamativo a nadie se le ocurriría comerla.

Foto: Miguel Varona (Valle de Valdeón, León).
 No es muy abundante, yo solo la he podido localizar en zonas muy concretas del Valle de Valdeón. El tamaño del sombrero suele estar en torno a los 8 ó 10 cm., aunque en algunos ejemplares puede alcanzar los 20 cm. Las manchas blancas características que resaltan sobre el fondo rojo son los restos del velo blanco que envuelve a la seta en sus estadíos iniciales. Las láminas son de color blanco. El pie, también blanco, tiende a engrosarse en la base, y está provisto de un anillo blanco colgante.

Foto: Miguel Varona (Dobres, Valle de Valdeón, León).
Suele fructificar a finales del verano y durante todo el otoño.

FICHA TÉCNICA:
Localidad: Caldevilla de Valdeón (León), Dobres.
Fecha de la observación:  15 de octubre de 2005.
Leg et Det: Miguel Ángel López Varona.
Nombre común: Falsa Oronja. Matamoscas. Seta de los Enanitos.
Nombre científico: Amanita muscaria (L.) Hooker
Posición Sistemática: Clase Heterobasidiomycetes; Ord. Agaricales; Fam. Amanitaceae.
Ecología: Bosques caducifolios y de coníferas.
Observaciones: Muscaria se refiere a "moscas", por su propiedad de matamoscas.
Otras localizaciones constatadas: La Pedriza (Madrid), el 9 de diciembre de 2012. Río de La Aceña (Madrid), 10 de noviembre de 2013.

A. muscaria vista en La Pedriza (Madrid), el 9 de diciembre de 2012. Foto: Miguel Varona.
A. muscaria vista en el Río de La Aceña (Madrid), el 10 de noviembre de 2013. Foto: Miguel Varona. 

lunes, 26 de septiembre de 2005

El Guardián de los Bosques: El Arrendajo Común.

El guardián de los bosques, el chivato, el gritón, el terror de los pequeños pajarillos. Se le oye más que se le ve, a pesar de su tamaño y de sus vivos colores, es un maestro del camuflaje y consigue disimularse por completo y pasar desapercibido, se sabe esconder muy bien entre el follaje.

Foto: Miguel Varona.
Tiene un comportamiento de lo más curioso, una cierta inteligencia con dotes para la observación y adaptabilidad para encontrar sus recursos que resulta sorprendente. Es capaz de quedarse inmóvil durante largo tiempo observando el trajín de los demás pájaros afanados en la crianza de sus polluelos; en el momento propicio se abalanza sobre los nidos y saquea los polluelos para alimentar a los suyos propios.

Lo primero que hace cuando detecta una presencia extraña adentrándose en su bosque es lanzar unos gritos de alerta que son escuchados desde cualquier rincón del bosque, poniendo en alerta a todos sus habitantes. A mí me ha delatado en multitud de ocasiones, por mucho que intentara entrar en el bosque con el máximo sigilo, siempre me encontraba algún arrendajo. Estoy seguro de que ocupan posiciones en los márgenes de los bosques para vigilar las posibles entradas.

Pero hoy he conseguido que uno se mantuviera tranquilo a pesar de mi presencia y me he dedicado a perseguirlo en la profundidad del bosque hasta que me ha sorprendido con su locuaz gorjeo: Le he visto imitar espontáneamente las voces de rapaces y otros pájaros. Me he quedado de piedra porque no conocía esta faceta suya. En algún lugar había leído que pueden llegar a a ser domesticados y que en algunos casos habían llegado a reproducir bastante bien la voz humana, pero nunca me lo creí. Hoy, después de lo que he visto, ya no me sorprendería tanto.



FICHA TÉCNICA:
Lugar del avistamiento: Monte Piergua, Valle de Valdeón (Picos de Europa).
Fecha del avistamiento: 25 de septiembre de 2005.
Nombre común: Arrendajo. En algunas zonas de León le conocen como "Gallo de Monte".
Nombre científico: Garrulus glandarius L.
Familia: Corvidae.
Posición sistemática: Clase Aves; Orden Paseriformes.
Longitud: 30-32 cm. (53 cm. envergadura).
Hábitat: Bosques de todo tipo, especialmente en zonas de montaña.
Distribución geográfica: Europa, Asia central y norte de África.
Biología: A diferencia de sus parientes cercanos los demás córvidos, los arrendajos son solitarios, como mucho se le ve en pareja o en pequeños grupos familiares. En ocasiones, sobre todo durante la primavera, pueden verse pequeñas congregaciones de arrendajos probablemente relacionadas con la elección de pareja. Poseen un régimen alimenticio de lo más variado, lo mismo se nutren de bellotas y otras semillas como de frutos o materias animales. Tiene la costumbre de enterrar bellotas y otros frutos, de modo que contribuye positivamente a la diseminación y repoblación de los bosques.
Otras localizaciones constatadas: Pinar del Monte Abantos (Madrid), 29 de diciembre de 2013. Cerro Huenes, Sierra Nevada (Granada), 17 de abril de 2015. Pinares Llanos de Peguerinos (Ávila), 10 de mayo de 2015.

domingo, 25 de septiembre de 2005

El Corzo sorprendido en los boques de Valdeón.

Este pequeño cérvido de constumbres mucho menos gregarias que el ciervo, vive en los bosques que cubren los valles y las faldas de las montañas, donde se oculta con gran habilidad entre el sotobosque. Es muy difícil verlo, pero basta con darse un paseo por el interior del bosque para detectar tarde o temprano su presencia, bien sea a través del reconocimiento de sus huellas o excrementos, o por los "ladridos" tan característicos que emiten los machos para defender su territorio.

Pocas veces he logrado verlos, y cuando lo he conseguido, han salido corriedo asustados hasta perderse por el sotobosque. Pero en esta ocasión, he tenido la suerte de encontrarme con este ejemplar que apenas se ha inmutado y me ha permitido incluso sacar mi cámara. Para mí ha sido una grata sensación, porque este es uno de mis primeros paseos por el valle donde acabo de establecer mi residencia.

Foto: Miguel Varona.
Probablemente dormía encamado entre los tojos hasta que le alertaron mis pisadas. Los corzos uelen escoger los linderos de los bosques, normalmente poblados por densa vegetación arbustiva, ideales para sus horas de descanso durante el día.

Como todos los cérvidos, los corzos pierden y regeneran su cuerna cada año, pero esta es mucho más reducida que la de los ciervos, probablemente como consecuencia de su adaptación a la vida en los bosques. Sin embargo sigue cumpliendo su función de defensa en las luchas entre machos territoriales, especialmente frecuentes durante la época del celo.

Efectivamente, su marcado sentido territorial se hace mucho más evidente a comienzos de la primavera, momento en el que su comportarmiento experimenta un cambio radical. Dejan de ser sociales y tolerantes con sus congéneres, y ya no permiten la compañía de un semejante merodeando cerca de su territorio. Para ello emprenden la difícil tarea del marcaje, difícil porque lo más probable es que las parcelas más interesantes del bosque estén ya ocupadas por otro adversario.

Ya en el mes de julio su agresividad es tal que no dudará en enfrentarse a cualquier cosa que cruce por su parcela, aunque sea un hombre. Sólo son tolerantes con una hembra, a la que siguen zigzagueando con el hocico levantado.

Tras el acoplamiento, el huevo fecundado no inicia la gestación hasta noviembre o diciembre, de modo no será hasta abril o mayo cuando las hembras alumbren a su camada, normalmente compuesta por una o dos crías. La familia se mantiene unida mientras las crías tengan menos de un año de edad. A la primavera siguiente vuelven a separarse y cada uno ocupará su parcela.

FICHA TÉCNICA:
Lugar del avistamiento: Monte Piergua, Valle de Valdeón (León).
Fecha del avistamiento: 25 de septiembre de 2005.
Nombre común: Corzo.
Nombre científico: Capreolus capreolus L.
Familia: Cervidae.
Posición sistemática: Clase Mamíferos; Orden Artiodáctilos.
Longitud: Unos 135 cm. entre cabeza y tronco (hasta  75 cm. de altura en cruz).
Hábitat: Bosques abiertos en las regiones montañosas.
Distribución geográfica: Por toda Europa y Asia Central.
Biología: Preferentemente solitario, aunque en determinadas condiciones pueden establecerse pequeños grupos familiares. Los machos defienden y marcan sus territorios. Se alimentan de todo tipo de plantas herbáceas.
Otras localizaciones constatadas: Bosque de Hormas (Riaño, León), 15 de abril de 1995. Pinar de Campo Sagrado (León), 27 de mayo de 1997. Monte Pardomino (León), 12 de febrero de 2000. Jurcueto, Soto de Sajambre (León), 1 de junio de 2010. Laguna Grande (Soria), 26 de mayo de 2011. Pinar del Monte Abantos (Madrid), 13 de octubre de 2012. Sierra de La Culebra (Zamora), 13 de abril de 2014. Sierra de Cazorla (Jaén), 19 de abril de 2014. Valle de Iruelas (Ávila), 29 de mayo de 2014.

Corzo fotografiado en el Valle de Iruelas (Ávila). Foto: Miguel Varona.